El amanecer tiene una forma de contemplarse

Tengo en mi mente el recuerdo de un amanecer que se grabó en mi corazón y que aún cuando lo recuerdo, las imágenes de mi mente me llevan a ese momento en el que me sentía conectado con todo lo que me rodeaba. No sé la hora pero pude ver con claridad como el sol se asomaba lentamente entre la noche y empezaba a aclarar el cielo, los pájaros cantaban como anunciando que un nuevo día había llegado. Sentía como si me hubieran quitado una venda de los ojos, sentí la majestuosidad de la naturaleza que me rodeaba, las gotas de rocío en mis pies me llenaban de vitalidad y conmovido cerré mis ojos para ver mejor, nunca había estado tan despierto con los ojos cerrados, en mi mente solo estaba la idea de  no parar de sorprenderme con todo lo que había allí. Cuando abrí los ojos el sol radiante se posaba sobre las montañas e iluminaba las nubes que pareciera que palpitaban al ritmo de mi corazón, sentía que todo estaba conectado, que cada cosa que pasaba en mi vida  tenia un propósito, que el paisaje era hermoso como estaba y sí… no quise cambiarle nada, estaba fascinado cuando me vi siendo parte del paisaje.

Desde ese día entendí que los amaneceres tienen una forma de contemplarse, en el Viajero aprendí el secreto para poderlo mirar desde el corazón.

Viajero Interior