¿Cómo vas con eso que te prometiste de niño?

El súper héroe que jugaba sin restricciones y vivía el momento intensamente, ese superhéroe que a pesar de no tener capa era invencible y que su imaginación le permitía hacer de cualquier objeto algo maravilloso ¿Dónde ha quedado? Entre los 7 y los 12 años aparece el ego y empieza a separarte del mundo, a tal punto que olvidas esa promesa que te hiciste cuando eras niñ@ y no me refiero a los sueños del adulto, me refiero a los sueños del niñ@, que quizá algún día te juraste no ser como un adulto promedio.

¿Recuerdas que le tenias miedo al monstruo o a la oscuridad? Metafóricamente el monstruo puede representar a tu ego y pareciera que el miedo era que ese monstruo se apoderará de ti, hoy es una realidad pero ahora pareciera que aprendiste a convivir con él. EL ego, lejos de ser el monstruo malo puede ser un gran aliado en tú supervivencia si logras ponerlo a trabajar a tu servicio. El viajero interior te da las herramientas para que puedas lograr lo anterior y ahora podrán ser un binomio, como el del caballo y su jinete.

La batalla se gana con pequeñas victorias cuando decides controlar tus reacciones o cuando a pesar de esa fuerte discusión no dijiste todo lo que estabas pensando o ese pedazo de torta que no te comiste para cuidar tu salud, o esa copa que no tomaste porque sabias que ya era suficiente. Seguramente esas victorias te harán sentir de nuevo un superhéroe, como ese momento en que aprendiste a montar bicicleta sin las rueditas que la sostenían ¿Lo recuerdas?

Ahora tú, adulto que leíste este articulo puedes preguntarte: ¿Cómo vas con eso que te prometiste cuando eras niño? ¿Dónde quedó la magia de tu infancia?